Beneficios de la delegación: Nos permite quitarnos detalles, para ocuparnos mejor de las cosas de verdadera importancia. Uno de los ejemplos más antiguos de la delegación nos lo dio Moises (cap. 18 versículo 13 al 26) y nos dice:
Al día siguiente acaeció que Moises se sentó para administrar justicia al pueblo y el pueblo permaneció en pie junto a Moisés de la mañana a la tarde. Viendo el suegro de Moisés todo lo que es hacia dijo:
¿Qué significa esto que haces por el pueblo, porqué te sientas tú solo y toda la gente esta plantada junto a tí?
Contestó Moises a sus suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios cuando tienen una cuestión y yo juzgo entre unos y otros y les doy a conocer los estatutos de Dios y sus leyes. |
El suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Te agotarán totalmente así tú como el pueblo que te acompaña pues ello es demasiado pesado para ti; no puedes hacerlo tú solo.
Escucha ahora mi voz; yo te daré un consejo. Se tú ante Dios el representante del pueblo y lleva sus asuntos a Ël. Enséñales las órdenes y las reglas y dales a conocer el camino que han de seguir y lo que han de hacer.
Pero escoge de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios; hombres de confianza, enemigos de la venalidad y colócalos frente de aquel como jefes de mil, jefes de cien, jefes de cincuenta y jefes de diez. |