Si nos preguntamos qué busca el
empresario con la Administración de personal, al crear
el departamento respectivo, al fijar políticas de personal,
etc., creemos que los diversos fines inmediatos que la empresa
persigue con esta disciplina pueden resumirse en lo siguiente:
CAPACIDAD:
Si el personal carece de la capacidad indispensable para desarrollar
las labores que se le encomiendan, evidentemente, aunque quisiera,
no podría desarrollar adecuadamente su trabajo, con lo
que habría graves deficiencias.
Si éstas se generalizan es indiscutible
que todo el trabajo habrá de ser inadecuado. Un personal
incapaz aun cuando tuviera la voluntad de colaborar, constituyen
el elemento que "quiere" pero no "puede"
ayudar al debido desarrollo de la empresa. |
COLABORACION:
Más no basta con que el personal tenga las capacidades
que en cada puesto, departamento o nivel se requieren, si no
está dispuesto a prestar colaboración amplia y
eficazmente. En este supuesto se trataría de alguien que
puede, pero no quiere contribuir al desarrollo eficaz de las
labores.
Como hemos señalado, ninguno de
estos dos elementos aisladamente, son suficientes para lograr
los fines de la empresa. Si por el contrario, ambos dan conjuntamente,
si el personal tiene capacidad y quiere prestar su colaboración,
nos encontramos con el elemento humano, base de todos los demás
y que es eminentemente activo, "puede y quiere" ayudar
a la realización de los fines de la empresa; en realidad
no se requiere más por parte de ésta, respecto
de la Administración de personal. |