Un buen vendedor jamás debe darse
por vencido, debe desarrollar con inteligencia el fino arte de
la persuasión y estar preparado para toda clase de respuestas,
nunca debe perder de vista al cliente teniendo en cuenta que
no hay ventas imposibles.
Claro que también hay que tomar en cuenta
en no perder la personalidad al vender, muchas veces de tanto
insistirle al cliente él acaba poniendo todos los términos
de compra. |
También
el vendedor debe de dar a valer sus términos de venta,
los cuales deben ser viables y justos. O como dicen por ahí,
ni tanto que queme al santo, ni poco que no le alumbre. |