Aunque me parece interesante detenerme en la vía jerárquica. Al tramitarse una orden deben seguirse los conductos previamente establecidos y jamás saltarlos sin razón y nunca en forma continua.
Cuando ocurre esto último se produce una lesión en el prestigio, la moral de los jefes inmediatos, pérdidas y debilitamientos de su autoridad, desconcierto en los subordinados y sobre todo, se da lugar a la duplicidad de mando. Si un jefe superior estableció niveles de jerarquía intermedios, o los necesita o no; si ocurre lo primero que los necesita entonces debe respetarlos. Si ocurre lo segundo que no los necesita entonces debe hacerlos desaparecer.
Cuando circunstancias especiales y extraordinarias exijan que un jefe superior dé órdenes directamente sin pasarlas a través de los jefes inmediatos, debe explicarle la razón de haber tomado esta medida excepcional y notificarla inmediatamente a los jefes intermedios para que la tomen en cuenta y se evite la duplicidad de mando. |
Uno de los errores en la organización que conducen a romper este principio es el nombramiento de "encargados, asistentes, coordinadores y subjefes", en los cuales se piensa tener personas sin autoridad pero a quienes en la gráfica de organización se les coloca como un nivel intermedio: de hecho se crean personas sin autoridad y a quienes se pretende dotar de toda responsabilidad; independientemente de lo injusto y molesto de la situación de éstos funcionarios, la eficiencia de la organización sufre graves quebrantos, pues se está creando una de las figuras que mejor propicia el surgimiento de los problemas. |